Cuando, en el pasado mes de julio de 2015, comencé a transitar por el universo virtual de la red con este blog perfilado hacia la regulación financiera, no podía imaginarme que tanto el legislador comunitario como el español fueran a tener el buen gusto de producir una regulación del sector financiero tan descomunal que la hacen casi inabarcable y, así, darme ocasión continua de ofrecer a la distinguida parroquia de los lectores de este blog noticias regulatorias que parecen haberles sido –por el número de visitas recibidas- de utilidad e interés.
Ahora el futuro inminente del año 2016 parece estar dispuesto a continuar ofreciéndonos regulaciones incesantes del sector financiero procedentes –principal y afortunadamente- de la Unión Europea, que conviene recordar es –con sus naturales deficiencias- el espacio de libertad y civilización más amplio y profundo que se ha conocido y se conoce.
No quería acabar este primer año de andadura de este blog de regulación financiera sin darles las gracias a todos Ustedes por emplear algo de su siempre precioso –por escaso- tiempo en consultarlo.
También quiero dejar constancia de mi gratitud a mi compañero y amigo Adolfo Dominguez por la valiosa documentación que me proporciona y que me permite alimentar de carbón esta máquina insaciable del tren del blog.